30/03/2020 - 21:55 Clarín.com Ι
Opinión
Cecilia Muñoz da clases de inglés a chicos de la escuela primaria de Bandera, en el interior de nuestro interior, a 270 km. de la capital de Santiago del Estero. Acaba de ser seleccionada entre los mejores 50 docentes del mundo en un premio que equivale al "Nobel de la educación". Fue reconocida por haber motivado a los chicos a que aprendieran el idioma -inglés- con el uso de tecnología: una pizarra digital y notebooks, que gobiernos habían entregado. Nada de otra galaxia, pero con "paseos virtuales" por el mundo con Google Earth y algunos softwares de edición, esos chicos –el 80% vive en la pobreza- empezaron a hablar inglés.
Por estos días se habla mucho acerca del impacto del coronavirus en la economía o en la vida cotidiana de millones de personas que debieron aislarse. Poca atención se presta a los efectos que va a tener en chicos como los de Bandera, a quienes la interrupción del ciclo lectivo priva de momentos de clases como los que ofrece la "teacher" Muñoz.
Porque si bien ella logró motivarlos con la tecnología que llegó al aula, son muy pocos los alumnos de esa comunidad que tienen computadora e Internet en sus casas. Y ahora, pandemia mediante, ella va todos los días a la escuela a dejar ejercicios escritos a mano para que padres y madres los busquen y se completen en casa. Sí, de la forma más tradicional.
Hoy, cuando se habla de la virtualidad de la educación y el panorama que abrió el uso masivo de plataformas educativas o aplicaciones al estilo de Zoom, no hay que olvidar que llegan sólo de una parte de la sociedad. A quienes tienen acceso a esos recursos.
El 48% de los chicos argentinos de entre 5 y 17 años hoy no tiene computadora en su casa y el 47% no tiene Internet, según el último informe sobre Infancia de la UCA. Son datos que corresponden a 2019. Coinciden, a grandes rasgos, con aquellos hogares con menos libros y menor capital cultural por parte de los padres. Es decir, con adultos con menor capacidad para acompañar a los chicos en sus tareas educativas.
La pandemia pasará y tendrá diferentes impactos sobre el país, que serán suficientemente analizados por los expertos. Se hablará de economía, de deuda externa, de déficit fiscal. Y son todos temas preocupantes.
Pero habrá que poner también énfasis en la profundización de las desigualdades educativas que las medidas de prevención de la pandemia están provocando.
Será uno de los principales desafíos que el país deberá encarar cuando Cecilia Muñoz y los cientos de miles de docentes argentinos vuelvan a las aulas.